8 nov 2009
6 nov 2009
Miguel de Unamuno contra los fascistas españoles
El 12 de octubre de 1936 había sido declarado por el fascismo español como día de la Raza y la Hispanidad. Cuatro días antes, el día 8, Miguel de Unamuno había publicado en los periódicos de Salamanca el “Mensaje de la Universidad de Salamanca a las Universidades del mundo”, y al día siguiente “empezó la preparación editorial de la “Fiesta de la raza” en los periódicos, con un “vibrante” suelto, empedrado de tópicos y exaltación patriótica”.
El día 12, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, se organizó un acto de exaltación hispánica y racial que se convirtió ”en un aquelarre de simbolismos y gritos rituales fascistas”. Miguel de Unamuno, rector de la Universidad, presidía la mesa. El general Franco le había cedido su representación en el acto académico. Era la primera ocasión para que los militares amigos de Hitler y Mussolini, alzados contra la II República española, pudieran exaltar abiertamente los valores por los que se habían sublevado y “por los que estaban llenando de sangre los campos y las ciudades de España”.
El estallido de la guerra había pillado al autor de La agonía del cristianismo en Salamanca, ciudad que, junto con Burgos, funcionaba como capital de facto de los facciosos antirrepublicanos. En aquellas primeras semanas, el pensador vasco mostró un apoyo expectante hacia los sublevados contra la legalidad republicana y el número de sus disparates políticos no es un cardinal menor. Su extravío ideológico y su confusión política no fueron, se miren como se quieran mirar, una simple y breve nota a pie de página.
En la mesa del acto, además del propio Unamuno, figuraban el cardenal Enrique Plà y Daniel, de origen catalán; el fundador de la Legión, el general Millán Astray, con sus armas en la mano; Carmen Polo, la esposa del general golpista, con sus escoltas personales
La puesta en escena siguió el siguiente desarrollo. Intervinieron, en primer lugar, José María Ramos Loscertales, catedrático de Historia, un ex liberal converso de última hora, que habló del imperio español y de las esencias históricas de la raza; el dominico P. Beltrán de Heredia, también historiador de la Universidad de Salamanca, el más comedido de los participantes, quien hizo referencia a los maestros de la vieja Universidad, y a su “humanística y humanitaria preocupación por los modos de la colonización americana, en especial su compañero de Orden, el P. Vitoria, burgalés, creador del derecho de gentes” y coartada de los supuestos valores espirituales que los levantados en armas contra la Constitución republicana decían defender. Francisco Maldonado de Guevara, catedrático de literatura de la Facultad de Filosofía, habló del Caudillo, de las maldades de la URSS y de la necesidad de exterminar a la anti-España. José María Pemán habló a continuación y sugirió que cada uno, que cada español en su pecho construyera un Alcázar de Toledo.
El legionario Millán Astray, falto de un brazo, un ojo cubierto, cojeando de una pierna, habló a continuación.
Astray: Catalunya y el País Vasco son cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí. La carne sana es la tierra, la enferma su gente. El fascismo y el ejército arrancarán a la gente para restaurar en la tierra el sagrado reino nacional… Cuando Franco lo quiera y con la ayuda de mis valientes moros (sic), que si bien ayer me destrozaron el cuerpo, hoy merecen la gratitud de mi alma por combatir a los malos españoles... Porque dan la vida por la sagrada religión de España, escoltan a nuestro Caudillo.
Astray, junto con el auditorio exaltado: ¡Viva la muerte!
Astray (con gritos muy varoniles): ¡España! ¡Una! ¡España! ¡Grande! ¡España! ¡Libre!
Unamuno, que entonces tenía 72 años respondió a continuación: Todos estáis pendientes de mis palabras y todos me conocéis y me sabéis incapaz de callar. Callar significa a veces mentir, porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia. Yo no podría sobrevivir a un divorcio entre mi consciencia y mi palabra. Seré breve y la verdad es más verdad cuando se expone desnuda.
Quisiera, pues, comentar el discurso, por llamarlo de algún modo, del general Millán Astray… Dejemos aparte el insulto personal que supone la repentina explosión de ofensas contra vascos y catalanes. Yo nací en Bilbao, en medio de los bombarderos de la segunda guerra carlista. Luego me casé con esta ciudad de Salamanca, tan querida, pero jamás he olvidado mi ciudad natal. El obispo [Unamuno señaló al cardenal Plà y Daniel] quiéralo o no, es catalán, nacido en Barcelona… Acabo de oír el grito necrófilo y carente de sentido de ¡Viva la muerte! Me suena lo mismo que ¡Muera la vida! Y yo, que he pasado la vida creando paradojas, he de deciros, como autoridad en la materia, que esa ridícula paradoja me repugna…
El general Millán Astray es un inválido. No es preciso decirlo en tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Desgraciadamente hay hoy demasiados inválidos en España. Y pronto habrá muchos más. Me aterra pensar que el general Millán Astray pueda dictar normas de psicología de masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era simplemente un hombre, y no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como digo, que carezca de esa superioridad de espíritu, suele sentirse aliviado viendo como se multiplica el número de mutilados alrededor de él.
Millán Astray, sentado en el extremo de la mesa presidencial que había golpeado repetidamente con su única mano, y que se había alzado y había interrumpido a Unamuno, gritó: ¡Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte!
Auditorio, como coro fascista: ¡Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte!
José María Pemán [ahora entre el público]: ¡No! ¡Abajo los falsos intelectuales! ¡Traidores!
Unamuno (concluyendo el acto): Estamos en el templo de la inteligencia y yo soy aquí su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanando un sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Y ahora os digo: venceréis pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y el derecho en la lucha. Me parece inútil deciros que penséis en España. He dicho.
Hubo riesgo de linchamiento. Carmen Polo, el cardenal Plà y otro general franquista presente en el acto condujeron a Unamuno fuera del paraninfo y lo metieron en un automóvil. Unamuno tropezó, al salir, en la puerta de la Universidad. Una multitud de brazos en alto y de gritos patriótico-fascistas rodeó el coche. El general legionario se enfrentó todavía con el viejo rector con un gesto de desafío, junto al estribo mismo del coche de Carmen Polo. Dejando la multitud atónita y exaltada, Unamuno fue conducido por la Calle de la Rúa a su domicilio. Poco a poco fue recuperando la normalidad.
Los periódicos del día siguiente, 13 de octubre, abrieron la primera página con los siguientes titulares: “La fiesta de la Raza se celebró este año en Salamanca con excepcional y magnífica solemnidad”.
Desde luego: no hubo referencia alguna al incidente entre Unamuno y el general golpista Millán Astray.
Destituido del rectorado, arrestado en su domicilio, Unamuno murió pocos meses más tarde, el 31 de diciembre de 1936.
Durante este período de arresto se arrepintió mil veces de haber contemporizado con los sublevados. En una carta de este período, dirigida a un periodista francés, Unamuno pronosticaba que:
"En esta guerra que se libra en España morirán cientos de miles de personas y miles de otras deberán marchar al exilio y jamás podrán volver… Porque la dictadura que se avecina en España será la más brutal que hayan conocido los tiempos. Se nutrirá del maridaje entre la sacristía y el cuartel".
El tiempo no falseó sus palabras. Años más tarde, enero de 1957, se incluyeron en el índice de libros prohibidos dos de sus obras. Una de ellas, La agonía del cristianismo, porque el censor dedujo por el título que el ensayo abonaba el final de la cristiandad.
30 oct 2009
27 oct 2009
25 oct 2009
La fuga del campo se llevó a cabo el 14 de octubre de 1943, antes que las autoridades del campo finalizaran la Operación Reinhard como se estimaba según las informaciones que manejaba el comité clandestino de Resistencia del campo.
Stanislaw 'Shlomo' Szmajzner tuvo la función de infiltrarse en la armería de las SS, robando allí un pequeño número de rifles. También consiguieron cizallas para romper las alambradas, aunque después no sirviera de nada. Acabaron con varios hombres de las SS haciéndoles entrar de algún modo en una pequeña construcción del noreste del campo y propinándoles golpes en la cabeza con hachas. A la hora del mediodía se hizo reunir a todos los prisioneros del campo para que se pusieran en fila y Alexander Pechersky gritó el anuncio de la rebelión. Entonces todos empezaron a correr hacia las puertas y cercas del campo, y la fuerte presión de la masa de gente que empujaba echó abajo la puerta de alambrada de espino, todo esto mientras el SS Oberscharführer Karl Frenzel trataba de barrer el mayor número de prisioneros que le fuera posible con una ametralladora fija. Los prisioneros empezaron a salir por la brecha abierta, consiguiendo salir cerca de cuatrocientas personas.
El problema fue que en el bosque que rodeaba Sobibor no había muchas posibilidades para sobrevivir, con lo que solo un número de entre 100 y 200 prisioneros pudo sobrevivir a la última gran guerra. Algunos prisioneros pasaron el resto del tiempo tratando de esconderse de los alemanes, y otros se ofrecieron voluntarios para crear un grupo de partisanos judíos, que se dedicaron a hacer sabotajes y a combatir en la retaguardia del frente ruso. Hubo algunos prisioneros que tras acabar la Segunda Guerra Mundial fueron internados en campos de concentración soviéticos.
Como resultado de la primera y última fuga masiva de prisioneros, Heinrich Himmler abandonó la idea del campo de exterminio y ordenó que fuera cerrado el campo. Se destruyeron los edificios y se aró la tierra, que fue cultivada. A finales de 1943, no quedaba ningún resto. La zona es hoy en día Santuario Nacional de Polonia donde grupos de niños van a visitarlo con sus escuelas.
Rudolf Beckmann: SS Oberscharführer. Nacido en Osnabrück. Miembro del NSDAP número 305 721. Había trabajado en el programa de Eutanasia, en el centro de Hartheim, en Sobibor fue encargado del Comando de Clasificación del Campo II, y de las caballerizas también condujo la Administración en el edificio de central de vigilancia, donde fue muerto. Su cuerpo fue enterrado en Lublin.
Josef Vallaster: SS Scharführer, austríaco nacido el 5 de febrero de 1910. Prestó servicio durante el programa de Eutanasia en Hartheim donde era responsable de quemar los cuerpos de los fallecidos, trabajó brevemente en la construcción del campo de exterminio de Belzec, en Sobibor fue uno de los líderes de la SS del campo III, responsable del gaseamiento, entierro y quema en crematorio de los cuerpos de los deportados. durante las selecciones gustaba seleccionar a los ancianos y enfermos para llevarlos directamente al campo de su jurisdicción y eliminarlos.
Erwin Stengelin: SS Unterscharführer, había nacido el 18 de agosto de 1911, en Tuttlingen, Alemania. Trabajó en el programa de Eutanasia, prestando servicio en el centro Hadamar. Estuvo trabajando en el Campo I de Treblinka de donde fue transferido a Sobibor poco antes de la revuelta.
Thomas Steffel: SS Scharführer. Nacido en Krummau, Checoslovaquia. Había sido fotografo durante la Aktion T4, como fue denominada el programa de Eutanasia. Llegó a Sobibor en febrero de 1943, era el encargado de clasificar las barracas de prisioneros.
Max Bree: SS Scharführer. Nacido en Lübben (Spreewald). Sirvió en Grafeneck y Hadamar durante el programa de Eutanasia, posteriormente en Treblinka y fue transferido en junio de 1943 al campo de exterminio de Sobibor. Supervisaba a los guardias ucranianos y a los judíos que trabajaban en las barracas de clasificación.
Siegfried Graetschus: SS Oberscharführer. Nació el 9 de junio de 1910, en Tilsit (Prusia del Este). Trabajó entre 1939 y 1940 en el Programa de Eutanasia. Prestó servicio en Treblinka y fue transferido a Sobibor en agosto de 1942.
Fritz Konrad: SS Scharführer. Sirvio en el programa de Eutanasia en Sonnenstein y Grafeneck Llegó transferido a Sobibor en marzo de 1943. Resultó muerto en la Zapateria del Campo III.
Anton Novak, SS Scharführer. Supervisaba las peluquerías del campo de Sobibor.
Walther Ryba: SS Unterscharführer. Resulto muerto en los talleres por uno de los cerrajeros.
Friedrich Gaulstich, SS Unterscharführer
23 oct 2009
F.C. Start: el equipo que prefirió morir
La historia del fútbol mundial incluye miles de episodios emotivos y conmovedores, pero seguramente ninguno sea tan terrible como el que protagonizaron los jugadores del Dinamo de Kiev en los años ’40.En estas líneas se contará, a modo de homenaje, la historia de los jugadores del Dinamo que jugaron un partido sabiendo que si ganaban serían asesinados, y sin embargo decidieron ganar. En la muerte dieron una lección de coraje, de vida y honor, que no encuentra, por su dramatismo, otro caso similar en el mundo.
Para comprender su decisión, es necesario conocer cómo llegaron a jugar aquel decisivo partido, y por qué un simple encuentro de fútbol presentó para ellos el momento crucial de sus vidas.Todo comenzó el 19 de septiembre de 1941, cuando la ciudad de Kiev (capital ucraniana) fue ocupada por el ejército nazi, y los hombres de Hitler desplegaron un régimen de castigo impiadoso y arrasaron con todo.
La ciudad se convirtió en un infierno controlado por los nazis, y durante los meses siguientes llegaron cientos de prisioneros de guerra, a los que no se permitía trabajar ni vivir en casas, por lo que todos vagaban por las calles, en la más absoluta indigencia. Entre aquellos soldados enfermos y desnutridos, estaba Nikolai Trusevich, quien había sido arquero del Dinamo de Kiev.Josef Kordik, un panadero alemán a quien los nazis no perseguían, precisamente por su origen, era hincha fanático del Dinamo.
Un día caminaba por la calle cuando, sorprendido, miró a un pordiosero y de inmediato se dio cuenta de que era su ídolo: el gigante Trusevich. Aunque era ilegal, mediante artimañas, el comerciante alemán engaño a los nazis y contrato al arquero para que trabajara en su panadería. Su afán por ayudarlo fue valorado por el arquero, que agradecía la posibilidad de alimentarse y dormir bajo un techo. Al mismo tiempo, Kordik se emocionaba por haber hecho amistad con la estrella de su equipo. En la convivencia, las charlas giraban siempre sobre el fútbol y el Dinamo, hasta que el panadero tuvo una idea genial: le encomendó a Trusevich que en lugar de trabajar como él amasando pan, se dedicara a buscar al resto de sus compañeros. No sólo le seguiría pagando, sino que juntos podían salvar a los otros jugadores.
El arquero recorrió lo que quedaba de la ciudad devastada día y noche, y entre heridos y mendigos fue descubriendo, uno a uno, a sus amigos del Dinamo. Kordik les dió trabajo a todos, esforzándose para que no se descubriera la maniobra. Trusevich encontró también algunos rivales del campeonato ruso, tres futbolistas de la Lokomotiv, y también los rescató. En pocas semanas, la panadería escondía entre sus empleados a un equipo completo.
Reunidos por el panadero, los jugadores no tardaron en dar el siguiente paso, y decidieron, alentados por su protector, volver a jugar. Era, además de escapar de los nazis, lo único que podían hacer. Muchos habían perdido a sus familias a manos del ejército de Hitler, y el futbol era la última sombra que sobrevivía de sus vidas anteriores.Como el Dinamo estaba clausurado y prohibido, le dieron a su conjunto un nuevo nombre.
Así nació el FC START, que a través de contactos alemanes comenzó a desafiar a equipos de soldados enemigos y selecciones de la órbita del III Reich.El 7 de junio de 1942, jugaron su primer partido. Pese a estar hambrientos y haber trabajado toda la noche, vencieron 7 a 2. Su siguiente rival fue el equipo de una guarnición húngara y le ganaron 6 a 2. Luego le metieron 11 goles a un equipo rumano.
La cosa se puso seria cuando el 17 de julio enfrentaron a un equipo del ejército alemán y lo golearon 6 a 2. Muchos nazis empezaron a molestarse por la creciente fama de este grupo de empleados de panadería y le buscaron un equipo mejor para terminar con ellos. Llegó el MSG húngaro con la misión de derrotarlos, pero el FC Start lo aplastó 5 a 1, y más tarde, ganó 3 a 2 en la revancha. El 6 de agosto, convencidos de su superioridad, los alemanes prepararon un equipo con miembros de la Luftwaffe, el Flakelf, que era un gran equipo, utilizado como instrumento de propaganda de Hitler.
Los nazis habían resuelto buscar el mejor rival posible para acabar con el FC Start, que ya había ganado gran popularidad en el pueblo sometido. La sorpresa fue mayúscula, sin embargo, porque pese a las patadas de los alemanes, el Start venció 5 a 1. Luego de esa escandalosa caída del equipo de Hitler, los alemanes descubrieron la maniobra del panadero. Desde Berlín llego la orden de matarlos a todos, pero los jerarcas nazis no se contentaban con eso. No querían que la última imagen de los rusos fuera una victoria, porque pensaban que matándolos así no harían más que perpetuar la derrota alemana. La superioridad de la raza aria, en particular en el deporte, era una obsesión para Hitler y los altos mandos. Por esa razón, antes de fusilarlos, querían ganarles en la cancha.
Con un clima tremendo y amenazas por todas partes, para el 9 de agosto se anuncio la revancha, en el repleto estadio Zénit. Antes del choque, un oficial de la SS entró en el vestuario y dijo en ruso: “soy el árbitro, respeten las reglas y saluden con el brazo en alto”, exigiéndoles que hicieran el saludo nazi. Ya en el campo, los futbolistas del START (camiseta roja y pantalón blanco) alzaron el brazo, pero en el momento del saludo se lo llevaron al pecho y en lugar de decir “¡Heil Hitler!”, gritaron"¡Fizculthura!", un eslogan soviético que proclamaba la cultura física. Los alemanes (camiseta blanca y pantalón negro) marcaron el primero gol, pero el Start llego al descanso ganando 2 a 1.
Hubo más visitas al vestuario, esta vez con armas y advertencias claras y concretas: “si ganan, no queda nadie vivo”. Los jugadores tuvieron mucho miedo y se plantearon no salir al segundo tiempo. Pero pensaron en sus familias, en los crímenes que se cometían, en la gente sufrida que en las tribunas gritaba por ellos. Y salieron. Les dieron a los nazis un verdadero baile. Hacia el final del partido, cuando ganaban 4 a 1, el delantero Klimenko quedo mano a mano con el arquero alemán. Lo eludió y al estar solo frente al arco, cuando todos esperaban el gol, se dio vuelta y pateó hacia el centro del campo. Fue un gesto de desprecio, de burla, de superioridad total. El estadio se vino abajo.Como todo Kiev hablaba de la hazaña, los nazis dejaron que se fueran de la cancha como si nada hubiera ocurrido.
Incluso el Start jugó a los pocos días y le ganó al Rukh 8 a 0. Pero el final estaba escrito: tras ese último partido, la Gestapo visitó la panadería.El primero en morir torturado fue Kortkykh. Los demás arrestados fueron enviados a los campos de concentración de Siretz. Allí mataron brutalmente a Kuzmenko, Klimenko y al arquero Trusevich, que murió con su camiseta puesta. Goncharenko y Sviridovsky, que no estaban en la panadería, fueron los únicos que sobrevivieron, escondidos, hasta la liberación de Kiev en noviembre del ’43. El resto del equipo fue torturado hasta la muerte.Ésta es la historia del dramático “Partido de la Muerte”.
El cineasta John Huston se inspiró en este hecho real para rodar su película “Escape a la victoria”. En el film hizo lo que no pudo el destino: salvar a los héroes. Todavía hoy, los poseedores de una entrada para aquel partido tienen derecho a un asiento gratis en el estadio del Dinamo de Kiev. En las escalinatas del club, custodiado en forma permanente, se conserva actualmente un monumento que saluda y recuerda a aquellos héroes del Start, los indomables prisioneros de guerra del Ejército Rojo a los que nadie pudo derrotar durante una decena de históricos partidos, entre 1941 y 1942.Los mataron entre torturas y fusilamientos, pero hay un recuerdo, una fotografía que, para los hinchas del Dinamo, vale más que todas las joyas del Kremlin. Allí figuran los nombres de los jugadores y una leyenda: “De la rosa solo nos queda el nombre”.-
En Ucrania, los jugadores del FC Start hoy son héroes patrios y su ejemplo de coraje se enseña en los colegios. En el estadio Zenit una placa reza “A los jugadores que murieron con la frente en alto ante el invasor nazi”.
La rebelión en el campo de Treblinka
El 2 de agosto de 1943 estalló una rebelión de los prisioneros judíos en el campo de exterminio de Treblinka, instalado por los nazis al nordeste de la capital polaca Varsovia. Fue uno de los campos de muerte, construidos en el Este en el marco de la Operación Reinhard, diseñada para aniquilar a la población judía de Polonia, ocupada por Hitler en septiembre de 1939. En sus cámaras de gas fueron asesinados también judíos de otras partes de Europa:la Unión Soviética, los Balcanes, Alemania, Austria, el Protectorado de Bohemia y Moravia, Francia y Bélgica.
El primer grupo de judíos, procedentes de Varsovia, fue gaseado en Treblinka en julio de 1942. En los siguientes 14 meses los nazis asesinaron en ese campo de muerte a 900 mil personas.
Sobrevivieron sólo 54 prisioneros. Aquellos que se escaparon durante la rebelión del 2 de agosto de 1943 por la puerta rota del campo de exterminio.
La rebelión de los prisioneros judíos de Treblinka tuvo dos objetivos: destruir el campo de muerte y posibilitar la fuga masiva para que los supervivientes informaran al mundo lo que pasaba detrás de sus alambradas electrificadas.
La comunidad internacional y los judíos de los países ocupados por Hitler no sabían qué sucedía en los campos de exterminio, instalados por los nazis en el Este, como Treblinka, Sobibor y Belžec.
El judío checo, Richard Glazar, que sobrevivió, cuenta en su libro sobre Treblinka que antes de ser deportado no daba crédito a los rumores de que en el Este los nazis asesinaban masivamente a los judíos. Al avistar el campo de Treblinka, su primera idea fue que se tratara de una explotación agrícola. El equívoco del muchacho de 22 años se debía al hecho de que las alambradas de púas estaban camufladas con frescas ramas verdes.
Glazar destaca que los miles de judíos que llegaban a Treblinka no sabían que pronto serían conducidos a las cámaras de gas al ritmo de mil personas en cuarenta minutos.
”En los días posteriores a nuestra llegada los SS asesinaban a 15 mil o 18 mil personas al día”, relata Richard Glazar.
Glazar, un muchacho fuerte y enérgico, tuvo la suerte de ser seleccionado junto con 16 jóvenes judíos de Bohemia y Moravia del grupo deportado a Treblinka en otoño de 1942 del gueto de Terezín. Era uno de los trabajadores en régimen de esclavitud, encargados de preparar para el envío a Alemania las prendas de vestir de los judíos asesinados. Es que antes de ir a las cámaras de gas, las víctimas se desvestían, dejando en el patio central del campo montones de ropa y de calzado.
A los grupos de trabajo judíos pertenecían unas mil personas. Los alemanes mataban a menudo a palos a algún esclavo de Treblinka o por castigo colgaban de los pies a otro, pero no gaseaban masivamente a los trabajadores. Comprendieron que para el eficaz funcionamiento del campo era mejor mantener relativamente estable su colectivo.
Esto fue un factor decisivo para la preparación de la rebelión en la que jugaron un significativo papel ciudadanos checoslovacos. Un colectivo relativamente estable ya podía organizar una revuelta.
Los prisioneros formaron un comité organizador de la rebelión en el que tomó parte el judío eslovaco Želo Bloch. Ese carismático hombre era ex oficial del ejército checoslovaco.
Los organizadores planeaban realizar la revuelta a principios de 1943 cuando se filtraron en Treblinka informaciones sobre la derrota de las tropas nazis en Estalingrado. Pero tuvieron que aplazarla porque en el campo estalló una epidemia de tifus. Además, el principal organizador de la rebelión, Želo Bloch, fue trasladado por castigo a un sector del campo al que sus compañeros no tenían acceso.
Los nazis mataron a uno de los organizadores por su intento de contactar a un guardia ucraniano para que éste suministrara armas a los judíos.
Fusilaron también al nuevo cabecilla del comité organizador cuando descubrieron en su barraca oro y dinero que los judíos habían reunido para la adquisición de armas. Pero a pesar de los sucesivos golpes, los preparativos continuaron...
El lunes 2 de agosto de 1943, después de la una de la tarde, cuatro miembros de la SS y dieciséis guardias ucranianos salieron del campo de Treblinka para bañarse en el cercano río Bug. Fue una circunstancia favorable para la rebelión prevista para la tarde de aquel día.
Ya que disponían de la copia de la llave, los prisioneros lograron sacar cierta cantidad de armas del almacén. Seguidamente pasó por el campo el prisionero cuya habitual tarea consistía en desinfectar las barracas. Pero en vez del desinfectante roció todos los edificios con queroseno.
A las tres y media los prisioneros vieron como el nazi Küttner entraba en la barraca donde estaba alojado un soplón. Temieron ser delatados.
Al salir de la barraca, Küttner fue fusilado por uno de los prisioneros. Después del disparo, estalló la primera granada, señal para el inicio de la rebelión. Faltaban pocos minutos para las cuatro de la tarde.
El judío checo Standa Lichtblau, encargado del garaje, voló el gran depósito de gasolina. La explosión, de enorme potencia, lo mató. Standa no tomó ninguna precaución para salvarse porque ya nada lo ataba a la vida:su mujer y su hijo fueron asesinados poco antes en las cámaras de gas de Treblinka.
Después de la explosión del depósito de gasolina, Treblinka empezó a arder. Los judíos rompieron la puerta y huían en todas las direcciones.
Lo malo era que los prisioneros no habían logrado cortar los cables telefónicos, y así los alemanes pudieron llamar a los refuerzos. Cortaron todos los caminos, desatando una cacería a los prisioneros huidos. La mayoría de los fugitivos no conocía los alrededores de Treblinka y para los alemanes fue fácil capturarlos y después fusilarlos.
El judío checo Richard Glazar huyó de Treblinka con su amigo Karel Unger. Mientras los comandos con perros y todoterrenos rastreaban los alrededores del campo de Treblinka en llamas, los dos jóvenes se escondieron en un pequeño lago. Cuando se acercaron los perros, se sumergieron en sus fangosas aguas. Los cubrían, además, las ramas de un árbol. En el agua pasaron ocho horas.
Después iniciaron su peregrinación por la Polonia ocupada por los nazis. Fueron arrestados por gendarmes polacos que los enviaron a trabajos forzados a la Alemania nazi sin descubrir que se trataba de dos judíos. Los dos jóvenes sobrevivieron gracias a su enorme coraje e ingenio.
Durante la rebelión del 2 de agosto de 1943, los prisioneros no lograron destruir las cámaras de gas de Treblinka. Así el 18 y 19 de agosto de ese año perecieron en ellas todavía los judíos deportados del gueto de Bialystok, en Polonia.
Después los nazis desmantelaron el campo de exterminio de Treblinka y quemaron la documentación que pudiera dar testimonio sobre los crímenes de los que había sido escenario. El terreno fue arado y transformado en una explotación agrícola.
54 prisioneros judíos de Treblinka sobrevivieron. Todos declararon en los años sesenta como testigos en los juicios contra los verdugos de ese campo de exterminio. Richard Glazar relata en su libro como el juez empezó a enumerar los crímenes del vicecomandante del campo de Treblinka, Kurt Franz, de profesión cocinero antes de su meteórica carrera en las filas de la SS:
”Mató a tiro a ocho prisioneros, reiteradamente ordenó colgar de los pies a prisioneros desnudos...” En ese momento Franz protestó:
”Señor juez, jamás maté a un hombre. Estoy consternado. Lo que se presenta contra mí me parece obra de una organización internacional secreta”.
Franz, que negó cobardemente sus crímenes, fue condenado a cadena perpetua.
El comandante de Treblinka, Franz Paul Stangl, huyó después de la Segunda Guerra Mundial al Brasil. En la ciudad de Sao Paulo lo descubrió el cazador de nazis, Simon Wiesenthal. En 1970, el ex prisionero de Treblinka, Richard Glazar fue testigo en el proceso que condenó a Stangl a cadena perpetua.
El contribuyente
11 jul 2009
Estorbando a 70 Km/h
De forma tal, que si usted circula siempre a 70 Km/h, los depósitos le van a durar el doble.
Este hecho, por sí mismo, es interesante a nivel individual como medida de ahorro y eficiencia.
Yo mismo he hecho el experimento, y me he sorprendido de la rapidez con la que se encolan hasta 10 coches detrás. Efectivamente la cara con que miran cuando consiguen adelantarte no refleja simpatía precisamente, pero el caso es que no existe en la legislación de tráfico, ni en las señales, ninguna norma que imponga una "velocidad mínima". Más bien al contrario: en muchas situaciones el límite de velocidad máxima, es cercano a 70 Km/h, aunque buena parte de los conductores se pasen esta norma por el forro de los culebrones.
De forma que la iniciativa es interesante por varios motivos: reduce el consumo individual y colectivo, reduce el efecto invernadero, ahorra dinero y energía, multiplica el rendimiento energético (en España el 40% de la energía que se consume es en transporte, y con esta medida se puede reducir fácilmente a la mitad, con que solo un 10% de los conductores la adopten), y además reduce el número y la peligrosidad de los accidentes: A 70 Km/h no solo es mas fácil reaccionar ante un imprevisto con éxito, sino que si no hay éxito, el golpe es mucho menor.
Esta iniciativa es de las que da en las mismas narices al sistema: a los petroleros no les va a gustar nada que la gente compre la mitad de gasolina para hacer lo mismo (con lo cual se reducirá el precio para estimular el consumo), y a los jóvenes alienados con el esquizofrénico mensaje televisivo (por un lado uno de cada tres anuncios vende coches, velocidad, éxito y libertad en un solo paquete, pero por otro los poderes públicos avisan de que no debes correr y de hecho te lo prohíben, acicate increíble, esta prohibición, para la mente rebelde de los jóvenes), les obliga a aguantar la cola a 70 Km/h, a concienciarse, consumir y contaminar menos, y a provocar muchos menos accidentes y menos graves (uno de cada tres accidentes mortales implica a un joven conductor).
Si no tienen prisa por llegar, practíquenlo: es una forma de insumisión viaria totalmente legal, (incluso diría que necesaria y urgente en los tiempos actuales) y no esta constreñida a ninguna fecha o lugar.
10 jul 2009
Se acaba el petróleo
considerar en su país, e incluso fue asesor energético del Gobierno de EE UU algunos años. Durante esa época apoyó la energía nuclear, pero abandonó la opción cuando se percató de lo irresoluble del problema de los residuos.
La gráfica la realizó Hubbert en 1971 y se publicó en Scientific American. Se trata de una proyección de las reservas mundiales de petróleo y de su agotamiento. De esta gráfica resaltan dos cosas:
una vez en el pico, se sostiene la producción, entonces el pico se convierte en una meseta, y la producción, en vez de caer, se mantendría (esto, para algunos analistas, ya está ocurriendo desde el año 2000).
3 jul 2009
El mundo ante el cénit del petróleo (Fernando Bullón Miró)
28 jun 2009
Antonio Escohotado
A lo que le responde el rabino: "¿no te basta con la cantidad de prohibiciones que tiene la ley para añadirte otra, subnormal?
26 jun 2009
La cara B del sistema
El mensaje del capitalismo es: "Vd. límitese a votar una vez cada 4 años, trabaje todos los días hasta 9 ó 10 horas y cumpla las leyes y nosotros le garantizaremos su seguridad". (La cruda realidad nos demuestra que este mensaje es falso, pero tranquilizador si uno ve tanto la tele que es capaz de creérselo).
"Le vamos a poner cámaras hasta en el W.C. y le vamos a vigilar hasta los pedos que se tira (pero por su seguridad). Vea el fútbol, lea la prensa rosa y no se preocupe de nada."
"Con sus impuestos vamos a mantener a la Corona, al clero y al ejército, vamos a fabricar armas y a participar en guerras. Incluso si por todo ello, querido ciudadano, le cae a Vd. alguna hostia, lo hacemos por su bien."
"Si estamos convirtiendo el planeta en un estercolero y el indíce de cánceres y otras enfermedades aumentan cada año en los países que no han querido ser ricos, es el precio que todos debemos pagar por el progreso del que disfrutamos. No piense en ello; pida un crédito y cómprese una televisión de plasma."
"Los inmigrantes son quienes tienen la culpa de todo lo malo que pasa; de los pelotazos urbanísticos, de que millones de horteras se embarquen en créditos que no pueden pagar para comprarse un monovolumen más grande que el de su vecino, ellos tienen la culpa de que la tele presente como modelos a seguir a los futbolistas, famosillos salsatomateros y parásitos de la misma especie y de que el personal admire al que saca pasta sin dar un palo al agua y se ría de quienes dedican su esfuerzo al trabajo productivo... ¡es que hay qué ver qué malos son estos inmigrantes!"
"Aquellos que le dicen que otro mundo es posible, que esto no debe seguir así y que no tiene futuro, son terroristas y antisistema que dan siempre una visión negativa y pesimista del mundo y a los que Vd. no debe escuchar."
"Vd. no piense, no se preocupe por nada, no haga preguntas, compórtese y no proteste que todo le irá muy bien y la vida será muy cómoda y muy bonita".
24 jun 2009
El fútbol como manifestación del capitalismo
23 jun 2009
Experimento sobre la obediencia a la autoridad de Stanley Milgram
22 jun 2009
Los cambios económicos y la costumbre
21 jun 2009
¿Por qué obedecemos a la autoriad?
20 jun 2009
Lo peor de esta crisis está por llegar
En Septiembre de 2007, cuando salió a la luz la gigantesca problemática económica creada por las hipotecas de alto riesgo, empezó a constatarse que el ritmo del crecimiento económico actual es totalmente insostenible. Desde entonces, cada vez hay más desempleo, más compañías que suspenden su actividad y más entidades finanieras con dificultades.
En opinión de Santiago Niño Becerra (Barcelona, 1951), catedrático de Estructura Económica de la Facultad de Economía IQS, de la Universidad Ramón Llull, "la deuda acumulada por el actual modelo económico no va a resolverse con más deuda, sino con profundas transformaciones estructurales". Autor de El Crash del 2010 (Los libros del Lince) afirma que "se avecina una crisis de proporciones gigantescas, totalmente inevitable, muy parecida a la de 1929, salvo por la diferencia de que ahora la caída está produciéndose a cámara lenta".
-Según ha dicho, todavía estamos en período de precrisis...
Sí, lo peor está por llegar. Aunque no queramos reconocerlo, este sistema ya ha cumplido con su función en la historia de la evolución de la humanidad y se halla en vías de agotamiento. La crisis de las hipotecas basura, los niveles descontrolados a los que se ha llevado la economía financiera y los montos de deuda privada desmesurados e inasumibles son indicadores de este agotamiento, cuyo punto de no retorno se alcanzó en 1973 y su máximo entre 2003 y 2006. A partir de ese año comenzó a gestarse el crash que se producirá a mediados de 2010.
-¿No se puede evitar?
No, es algo que tiene que suceder para que la evolución natural de los acontecimientos siga su curso.
-¿Y qué opina de usar dinero público para capear la situación?
Comprendo por qué y para qué se hace, pero no servirá de nada. La economía mundial lleva años funcionando por inercia, con el piloto automático, sin tener que enfrentarse a una verdadera crisis. De ahí que el sistema no esté preparado para actuar en situaciones de verdadero riesgo, como la actual. Por ello, las medidas que están adoptándose tan sólo servirán para ir tapando agujeros, sin un plan determinado, intentando salvar la situación y creyendo que se trata de un revés temporal y superable.
-Pero no será así...
La crisis que se avecina no será como las de 1993 o 2000. Lo que viene ahora no va a poder taparse. Es algo gordo de verdad: una crisis sistémica.
-¿Crisis sistémica?
Sí, es aquella que da lugar a un cambio que afecta de forma profunda e irreversible al modo de organización y producción del sistema, así como a su manera de atender y entender su realidad social. Al transformar completamente la forma en la que se han venido haciendo las cosas, esta crisis supondrá un trauma para la sociedad. Pero es algo cíclico, totalmente natural. De hecho, la crisis sistémica que se iniciará en 2010 será la decimonovena que se ha producido en los últimos dos mil años.
-¿Significará el fin del capitalismo?
No, pero sí el principio de su fin. Los sistemas económico-sociales, con ligerísimas variaciones, suelen durar unos 250 años. Y dado que el capitalista comenzó su andadura oficial con la llegada de la Primera Revolución Industrial, en 1820, terminará aproximadamente en 2070. De ahí que se esté convirtiendo en un cadáver económico.
-¿Qué pasará a partir de 2010?
Por mucho que políticos, banqueros y empresarios intenten hacernos creer que aquí no va a pasar nada, vamos a vivir el hundimiento de la economía entre 2010 y 2012, seguido de un período de estancamiento hasta 2015 y, posteriormente, una lenta recuperación hasta 2020. Así, cuando se produzca el crash de 2010 comenzará la paulatina imposición de limitaciones en el uso y el consumo de recursos, tanto a través del aumento de sus precios, como de la restricción o denegación de su consumo, lo que acarreará la muerte de algunas actividades, que se revelarán ineficientes.
-Y los ciudadanos, ¿qué podemos hacer?
Ha llegado el momento de responsabilizarnos de nuestra propia vida. Mi recomendación es que cada persona se dedique a trabajar en algo que le apasione, que realmente tenga sentido y que sea verdaderamente útil y necesario para la sociedad. Lo digo porque sólo quienes sean los mejores en su campo de especialización y aporten verdadero valor añadido a sus organizaciones tendrán garantizado un empleo a tiempo completo. Será una nueva filosofía que tendrá su eje en el concepto de responsabilidad personal, que comienza con el autoconocimiento y el desarrollo personal y tiene consecuencias sobre la elección de nuestra profesión, nuestro estilo de vida y nuestro consumo.
-¿Algún consejo más?
Quien tenga deudas, que las cancele cuanto antes o que las reduzca cuanto pueda, y que no se endeude más. Y antes de comprar cualquier cosa, que cada cuál se pregunte si verdaderamente lo necesita. La crisis de 2010 va a obligarnos a vivir de acuerdo con nuestras necesidades y no nuestros deseos. Dado que vamos a dejar de ir a más para empezar a ir a menos, lo necesario va a volver a ser lo único importante. Conceptos como "utilidad", "eficiencia" y "arprovechamiento"van a ser protagonistas, así como "colectivo", "coordinación" y "colaboración". No va a quedar más remedio que abandonar el individualismo y trabajar conjuntamente para lograr una mayor optimización en la gestión y el uso de los recursos. Como ha ocurrido siempre, este tipo de cambios se producen debido a una necesidad económica.
19 jun 2009
Breve análisis del capitalismo
La extienden entre los trabajadores que tienen que luchar entre sí por un puesto de trabajo (¡por el derecho a ser explotados!). Y para ello los capitalistas dividen a los trabajadores y a los pueblos por medio del racismo y la xenofobia, multiplican las categorías profesionales y azuzan a la guerra entre profesionales, pagan menos a las mujeres que a los hombres por el mismo trabajo, mantienen una alta tasa de paro (dividen a los obreros entre ocupados y desempleados)...
Francisco Brotons
Juventud sin ideal se arrastra por la vida
Los ex poderosos querían comprar el poder al pueblo y una y otra vez se les decía que no, que no estaba en venta. Fue esa firmeza de principios la que evitó por un tiempo que el dinero otorgase poder.
Pues les pasa que sus almas están presas en una trampa y eso les duele, y nadie parece comprenderles. Que sus instintos gritan a una razón que ha sido estupidizada. Que están cabreados y no pueden articularlo porque ciertas palabras están prohibidas. A los jóvenes de hoy no les importa nada porque nadie les enseña nada que de verdad valga la pena. Los jóvenes de hoy no tienen metas porque ya no quedan metas. Viven en una triste farsa y no tienen sueños a los que aferrarse. A los jóvenes de hoy se les vende esta mierda de realidad con tan bonitos eufemismos que no pueden entender porque no son felices. Los jóvenes de hoy no se drogan, se automedican una depresión tan profunda que ni siquiera son conscientes de ella.
Yo conservo la esperanza de que las cosas cambien, pero aún queda mucho por hacer y llevará muchísimo tiempo. Hay que despegarse de la tele de plasma y mirar por la ventana, hay que recobrar la cordura, recuperar las energías, las metas, la voluntad. Hay que asumir los errores, predicar con el ejemplo, recuperar las ganas de un mundo mejor.